viernes, 23 de enero de 2015

Cuando el exceso de trabajo pasa factura

Eso de que ser un buen trabajador significa pasar muchas más horas que el resto de los compañeros en la oficina ya es cuento viejo, o pensar que simplemente eso se traduce en más ceros a la derecha en la quincena siguiente, ¡bah! Puede que gane más dinero pero con seguridad perderá mucho en salud.

Además de adicciones, alteraciones en el ánimo y el comportamiento, los daños a nivel fisiológico son múltiples.

¿Cómo determinar si una persona comete excesos en su trabajo? Pasar muchas horas en él puede ser la respuesta más obvia para muchos, sin embargo, el toxicólogo Hugo Gallego señala otras manifestaciones como ansiedad, dificultades para relajarse, irritabilidad, alteraciones en los patrones alimentarios y los de vigilia y sueño. Muchos padecen insomnio y tienen problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, columna y cuello recurrentes.
Muy común en los workaholic es que sean personas incapaces de delegar, de planear la agenda del día, quieren hacerlo todo por ellos mismos, se sobrecargan de responsabilidades y todo el tiempo están conectados a chat y correos.
Alcoholismo y obesidad
Trabajar muchas horas aumenta las probabilidades de consumir alcohol en exceso. Un análisis realizado por Marianna Virtanen, investigadora del Instituto Finlandés de Salud Ocupacional, demostró en 333.693 personas de 14 países que más horas de trabajo aumentan un 11 por ciento la probabilidad de un mayor consumo de alcohol.
Si bien hacerlo ayuda a aliviar el estrés de trabajar por mucho tiempo, también está relacionado con malos resultados, deterioro de la toma de decisiones y lesiones profesionales.
Para quienes se exceden en el trabajo, pasar incluso parte de la noche en la oficina es un asunto que se vuelve costumbre. Un estudio dirigido por la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, advierte que desempeñar una actividad profesional durante la noche provoca que quemen menos energía durante un periodo de 24 horas que los trabajadores con un horario normal, incrementando así su riesgo de aumento de peso y obesidad.
Los investigadores hallaron que las personas que trabajan y, por lo tanto comen, durante la noche, cuando sus cuerpos están preparados biológicamente para dormir son propensos a subir de peso.
La adicción a los tranquilizantes es otro de los riesgos a los que los workaholic se ven enfrentados, “este tipo de personas se refugian en soluciones inmediatas y lo que tienen a la mano es alcohol, comida en exceso, tranquilizantes y por supuesto, el cigarrillo. Con los excesos se genera ansiedad y el sistema de gratificación cerebral demanda satisfactores, uno de ellos es la comida, que al comer en exceso acelera el metabolismo, necesita más satisfactores y termina aumentando de peso”, señala Gallego.
Con el cigarrillo ocurre algo similar, pues en medio de la ansiedad lo usan como una forma de acompañarse, y agrega el toxicólogo que “lo que ocurre es que fumando un solo cigarrillo pueden relajarse, pero si consumen la cajetilla entera lo que hacen es aumentar la ansiedad”.
Frente a este panorama, la solución es tan sencilla como cambiar de actividad, ir al gimnasio o salir a caminar, nada del otro mundo.
Y... una pregunta final ¿si su diagnóstico es que es un workaholic, está dispuesto a poner en riesgo su salud? Relájese y confíe en su equipo de trabajo .

http://www.elcolombiano.com/colombia/salud/cuando-el-exceso-de-trabajo-pasa-factura-EX1145336

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